Hola. Esperamos que se encuentren muy bien. Gracias por acompañarnos otro domingo. Les escribimos desde Nueva York. Una ciudad repetida. Por decir que se repite. La otra tarde alguien de nosotros debía tomar la línea F del Metro aquí en Brooklyn. No funcionaba. Algo repetido. Las razones eran específicas: un adolescente estaba haciendo subway surfing y se murió. Algo repetido. Escuchamos de adolescentes que mueren haciendo subway surfing desde siempre. Y se sigue repitiendo. A pesar de cambios en el diseño de los vagones, a pesar de las noticias, a pesar de todo. Se repite. Lo bueno y, visto está, lo malo.
Idea: como regañar o prevenir no basta, colaboren en nuestra campaña improvisada para acabar con el subway surfing: sólo ignoren los videos hechos para redes sociales. No les digan nada positivo ni negativo, simulen que no los ven. Y si pueden no los vean, de hecho.
Como sea.
Esta semana en New York Diario salimos a contar insectos en el jardín (metafóricamente, ya saben, invierno); pensamos en el azúcar como más adictiva que la heroína; aprendemos sobre el sedentarismo nómada; y reseñamos un libro que dice que las ciudades no tienen que ser verdes para ser felices y que el tipo que hizo el Central Park era un racista que quería esconder a las multitudes feas bajo lindos arbolitos. En serio. Siempre es bueno escuchar todas las perspectivas.
Historias de la semana
Salgamos a buscar insectos en el jardín
Los insectos son increíblemente importantes para la humanidad. Polinizan los cultivos, mantienen a raya a los insectos que son plagas y ordenan el mundo natural descomponiendo las hojas caídas. Los datos de los que disponemos sugieren que los insectos de todo el mundo están en apuros: en los periódicos abundan las noticias sobre el “apocalipsis de los insectos”. Pero la magnitud del problema y sus pormenores siguen siendo inciertos. Hace falta más información para averiguar qué está pasando con los insectos y ayudarles a prosperar en este mundo en rápida transformación. Para ello es crucial organizar la ciencia comunitaria: personas comunes que comparten sus observaciones y registran sus avistamientos en Internet.
¿El azúcar es adictiva?
Comer alimentos azucarados puede arraigarse en nuestros estilos de vida y rutinas. Esa cucharada de azúcar hace que el café sepa mejor y el postre puede parecer la mejor parte de la cena y, si no les gusta el helado, fuera de aquí. Ahora, si alguna vez intentaron reducir el consumo de azúcar, se habrán dado cuenta de lo increíblemente difícil que es. Para algunas personas puede parecer absolutamente imposible. Más difícil que dejar el tabaco o las raspaditas. Esto lleva a la pregunta: ¿se puede ser adicto al azúcar?
Por qué las ciudades no necesitan ser verdes para ser grandiosas
En The Living City: Why Cities Don’t Need to Be Green to Be Great, su último libro, Dev Fitzgerald parece darle un giro a la historia urbana. Su provocativa tesis es que el urbanismo contemporáneo promueve acríticamente una visión del futuro del siglo XIX. Es una visión racista en la que las elites sociales, alguna vez ansiosas por la masa vivaz y agradable de humanos urbanos que las rodea, de repente se interesaron en cubrir las calles con bosques, en convertir barrios bulliciosos en parques estériles: hacer las ciudades más verdes implica hecerlas menos humanas.
El sedentarismo nómada
La movilidad es un aspecto central en la configuración del tejido social. Toda forma de sociedad lleva aparejada un sistema de movilidad. Por tanto, sus transformaciones suponen cambios antropológicos de enorme importancia. Ésta es la época del sedentarismo nómada. La mayoría de las personas vivimos en viviendas fijas, característica propia del sedentarismo. Pero nuestras vidas están en constante movimiento. No es una cuestión de cantidad exclusivamente, también de tiempo y distancia. Aquí es donde entran en juego los avances tecnológicos, y, concretamente, la anomalía del coche: recorrer grandes distancias en un tiempo muy escaso.
De la semana anterior
Intentos contemporáneos por reformar el calendario
En el otoño de 1929, la vida de Elisabeth Achelis cambió dramáticamente. Después de su servicio como enfermera en la Primera Guerra Mundial, la heredera estadounidense llenó sus días jugando al bridge en el Colony Club, asistiendo a la Metropolitan Opera y reuniéndose para tomar el té con otras damas del Social Register de Nueva York. Y por sobre todo, lanzó la campaña más penetrante para reformar el calendario gregoriano, el que se introdujo en el siglo XVI y el que la mayoría de nosotros usamos a diario. El plan de reforma del calendario del que Achelis escuchó por primera vez fue promovido por George Eastman, fundador de Eastman Kodak Company, para quien un calendario estandarizado era una bendición para los negocios. ¿Sólo un par de chiflados? Para nada. ¿Sabían que la compañía Kodak usó el calendario diseñado por Eastman hasta 1989? Y tan mal no le fue.
Las voces descentradas de Killer of the Flower Moon
En su novela Tremor, Teju Cole escribe: «Cuando la satisfacción existencial de un hombre depende de no saber algo, encontrará una manera de no saberlo». Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese es una meditación de tres horas y media acerca del intento de un hombre de mantener tal «satisfacción existencial» a través del autoengaño. Como tal, no solo busca ser una obra de ficción histórica digna de un Oscar, sino también una ventana a la psicología interior de la mente de los colonos. Si bien los académicos indígenas elogiaron la película por sus intentos de incluir representaciones históricamente precisas de la cultura de los Osage, y por hacer que los personajes indígenas sean más centrales para la película que en el libro, aún así fue criticada por no centrarse realmente en la experiencia indígena: el resultado inevitable de enfocarse en la mentalidad de los colonos.
Del archivo
Desempacando su biblioteca
Michael Sorkin movió su biblioteca muchas veces, y cada traslado de su oficina provocó una reflexión sobre su organización. De hecho, al contemplar dejar su estudio, Sorkin había estado reconsiderando la categorización de los 2359 volúmenes almacenados allí. Nunca terminó la tarea. En marzo de 2020, el arquitecto, crítico y educador se convirtió en una de las primeras víctimas del coronavirus en Nueva York. Ahora sus libros está en el City College de Nueva York, pero, ¿cómo se preserva una biblioteca dentro de otra biblioteca?
Así se adaptan las especies para sobrevivir en la ciudad
Las ratas marrones en la ciudad de Nueva York podrían estar evolucionando para tener filas de dientes más pequeños. Peces diminutos en el este de los Estados Unidos se adaptaron para prosperar en aguas urbanas contaminadas. Los pájaros cantores en Europa y los búhos en Argentina muestran evidencia de selección natural en genes asociados con la cognición. En todo el mundo, los seres vivos están evolucionando de manera diferente en las ciudades que en el campo que las rodea. Todos son ejemplos de evolución urbana: cambios genéticos que pueden ayudar a los seres vivos a adaptarse a la vida en entornos de grandes ciudades.
Y hasta aquí llegamos esta semana. Esperamos vernos en la próxima. Recuerden: no se sumen al juego de la celebridad de redes sociales. Puede matar. Y nadie se hace responsable. Porque todos somos, en alguna medida, responsables.
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